17 may 2010

Capítulo 17: Nueva escuela

La verja era enorme. Ya, ya sé que es ridículo fijarse en eso, pero cuando una está nerviosa se puede hasta fijar en el color de las baldosas del suelo. Baldosas que por cierto eran grises. ¿Estoy loca?. Ya sé que me lo he preguntado miles de millones de veces, que parezco estúpida, etc, etc, etc. Pues sí, probablemente lo esté, y si os irrita ésto, no lo leáis.
Era un colegio gigantesco, con multitud de árboles, campos de fútbol y de baloncesto. Flores, espacios verdes, multitud de bancos y de espacios confortables a la vista. En definitiva, el paraíso escolar. Pude apreciar que los arquitectos se habían esmerado en hacer de un colegio femenino un paraíso escolar, y no una tortura. "Qué considerados".
Nos bajamos del coche en el aparcamiento (sí, tenía aparcamiento de verdad, no un reducido espacio pegado a la pared) y nos dirigimos a la búsqueda de las chicas. Cata me guiaba a pesar de su adormilamiento. Fuimos hacia el edificio principal y Cata me preguntó:
-¿Nerviosa? ¿Quieres que te pellizque?- le pegué. La verdad es que estaba nerviosa, pero no quería que se notase. Quería parecer desenvuelta, divertida, simpática. Quería ser la nueva Carmen.
En seguida nos encontramos a Claudia y a Elena, sentadas en uno de los bancos de enfrente de la entrada. Claudia estaba ideal con el uniforme, me dio una envidia enorme. Elena también estaba mona, pero no tenía nada que hacer contra la belleza de Claudia. Ni ella, ni Cata, ni yo ni nadie en el mundo. Elena vino corriendo, arrastrando detrás de ella su bolso de Malababa.
-¡Hola chicas! ¡Buen día! ¿Qué tal estáis?-preguntó Elena gritando.
-¿Por qué chillas tanto? Son las nueve menos cuarto, no es hora de gritar, y además te oímos perfectamente.-protestó Cata.-¿Y las demás?
-Llegarán enseguida, supongo-contestó Claudia tranquilamente, mientras se repasaba el gloss de los labios.-¿Sabes ya a la clase a la que vas a ir?-me preguntó, sonriendo.
-Me pareció ver que me han puesto en cuarto D, en la misma que Cata. ¿Y vosotras? Molaría mazo que estuviéramos todas en la misma.
-Cierto, sería la caña. Pero no es así.-suspiró Claudia. Elena me contestó.
-Yo también, pero Clau no, va con Ana en Cuarto A. Pero Patri también viene a nuestra clase. Ven, te presentaré a tus nuevas amigas-me dijo Elena, arrastrándome hacia un grupo enorme de chicas muy delgadas con faldas muy cortas. "La otra Carmen, sé ella. La estrella, la divertida, la genial".
-Hola chicas, ¿qué tal?. Ésta es Carmen, la prima de Cata. Viene de Galicia, de la costa. ¿A que es genial?
Me empezaron a dar dos besos cada una. No recuerdo todos los nombres, pero había una Sofía, Rocío, Beatriz, Sabela, Lucía, Silvia y Mariana. Del resto no me acuerdo. Eran como quince o así, ¿cómo demonios me iba a acordar de los nombres de todas ellas? Era científicamente imposible.
Me empezaron a hablar todas, y contesté a las preguntas indiscretas con naturalidad. Desde los interrogatorios que he pasado en mi estancia en Madrid ya me había acostumbrado.
-¿Cómo es vivir allí, con lo que llueve?
-¿Hay chicos guapos allí?
-¿Echas de menos tu ciudad?
-¿Tienes novio?
-¡Háblanos en gallego!-gritó una, que creo que se llama Iris. Era pelirroja, alta y muy mona. Me reí. No era la primera vez que me pedían eso, estaba ya hecha a esa situación.
Al poco tiempo tocó el timbre, y me fui con todas estas chicas al interior del enorme edificio principal.

3 comentarios:

  1. Genial! Tienes que seguirlo! Siempre lo leo ajaja
    Unbesoo

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  2. Poooor favor escribe mas a menudoo!
    Me has picado ¬¬

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  3. Me encanta! esta super bien me haas enganchado muchisimo :)

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